Extraordinaria organización por parte del club Avientu, fabulosas bolsas de corredor, calidad y diversidad en los avituallamientos, buen marcaje y gran despliegue en meta, liquidos, fruta, sidra, piscinas, spikers profesionales, etc...Altísima participación con más de 350 corredores y algunos de ellos de gran nivel, encontrándose en el pelotón campeones del Mundo, de Europa y de España.
Por parte del club participaron, Ana, Cristian, Diego y Javi
Esta vez Diego nos deja una crónica de como vio la carrera...
Soy un auténtico novato en esto de las carreras de montaña (es la quinta en la que participo) pero cada vez me va enganchando más, sobre todo cuando hace buen tiempo porque con el calor voy mucho mejor que con frio. El tiempo en Pajares fue espectacular. A las 9 de la mañana ya estaba pegando el sol y el cielo lucía completamente azul.
A las 7:30 horas de la mañana salgo de Oviedo después de haber tomado un consistente desayuno y a las 8:30 horas ya estoy en la estación de Pajares para recoger el dorsal y la bolsa del corredor. Me pongo la camiseta de la Asociación Deportiva Moal, un poco de cremita para no quemarse con el sol, y a calentar un poco.
Veo a José Manuel, alias “Pibe”,de atletismo Narcea, con quien me hago una foto y me anima a calentar con él pero lleva un ritmo de calentamiento que, si lo sigo, ya no puedo participar en la carrera.
Antes de la salida, también hacemos una foto los cuatro participantes del club de Moal, Javi, Ana, Cristian y un servidor.
A las 9:30 horas, después del control de firmas, comenzamos la carrera. Yo salgo de los últimos, como siempre, para no estorbar mucho y porque así te pasan menos a lo largo de la carrera. Hoy me encuentro muy bien y el calor me viene de maravilla. Antes de llegar al Picu Celleros me encuentro con mi amigo Marcos, del club “Correr Asturias” y ya iríamos juntos durante toda la carrera recordando nuestros viejos tiempos de universitarios y cuando íbamos a correr a las instalaciones del Cristo después de salir de la facultad. ¡Qué tiempos aquellos!.
Estos primeros kilómetros voy muy bien y la llegada al “Cuitu Negro” se me hace más fácil de lo que esperaba, sin mucho sufrimiento. Allí tenemos el primer avituallamiento y podemos reponer fuerzas. Yo tomo bastante líquido porque en la Batallona de Somiedo acabé un poco deshidratado y aquí tenía miedo que me pasara lo mismo aunque no fue así porque había más y mejores avituallamientos.
Pasado el “Cuitu Negro”atravesamos una hermosa zona de subidas y bajadas e iniciamos la subida al“Trito” con un pronunciado desnivel del 50% que ponía a prueba nuestras piernas. Merece la pena el esfuerzo porque al llegar al collado hay una impresionante vista de las “Tres Marías” y el embalse de Casares de Arbas.
Van 12 kilómetros y yo me sigo encontrando muy bien. Creo que el calor me ayuda bastante.
Bajamos por un precioso bosque que no puedo disfrutar como me gustaría porque hay que ir muy pendiente del suelo para evitar los troncos caídos y las ramas del suelo. Alcanzamos el kilómetro 18 y regresamos al “Cuitu Negro” por una pista muy empinada que supera los 400 metros de desnivel y que, aunque no es muy larga, se hace bastante dura debido a que las piernas ya empiezan a estar cansadas. En la cumbre de esta pista hay varias personas animando y esto nos ayuda mucho porque vamos oyendo las voces cada vez más cerca y no miramos a la cumbre. Mirada al suelo para poder superar la presión psicológica de la subida. Poco antes de esta subida me encuentro al “Pibe”, de atletismo Narcea, que estaba sentado en una sombra porque se había caído. Aún así se levantó y continuó la carrera hasta el final como un auténtico jabato.
Coronamos el “Cuitu Negro” donde está el último avituallamiento y ya sólo nos quedan 2 kilómetros de bajada. Marcos y yo entramos juntos y contentos de haber acabado sin incidencias una carrera más.
Excelente organización y muy buenos y abundantes avituallamientos, muy necesarios para evitar la deshidratación. El tiempo también acompañó, por lo menos para mí que me gusta el sol.
Una buena ducha en el albergue y una buena cervecita en la cafetería de la estación para celebrarlo.
¡Hasta la próxima carrera!
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